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El Gobierno nacionalista macedonio sufre una severa derrota electoral

Victoria de una alianza de socialdemócratas y varias minorías étnicas

Los partidos de la coalición que gobierna Macedonia, los nacionalistas eslavos de la Organización Revolucionaria del Interior de Macedonia (VMRO-DPMNE) y los dos albaneses, el Partido Democrático de los Albaneses (DPA) y del Partido para la Prosperidad Democrática (PDP), sufrieron ayer una severa derrota en las elecciones parlamentarias, según los primeros escrutinios. La coalición opositora Juntos por Macedonia, liderada por la Unión Socialdemócrata de Macedonia (SDSM) en alianza con liberales y diversas minorías étnicas, se ha convertido en la primera fuerza política del país.

Entre los albaneses, que constituyen un tercio de los dos millones de habitantes de Macedonia, todo indica que la Unión Democrática para la Integración (DUI), que lidera el ex comandante de la guerrilla albanesa del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Ali Ahmeti, se ha impuesto de forma arrolladora sobre los dos partidos tradicionales albaneses aliados con los nacionalistas macedonios en el Gobierno.

Según unas primeras estimaciones la coalición ganadora podría tener 62 escaños en el futuro Parlamento, de 120 diputados, lo que significaría la mayoría absoluta. Poco antes de la medianoche el gubernamental VMRO-DPMNE reconocía que la alianza de los socialdemócratas les llevaba una ventaja 30.000 votos, cuando iban escrutados algo más de 200.000 votos, tal vez una sexta parte de 1,2 millones de votos emitidos, si se confirma la cifra de una participación entre el 65% y el 70% de los 1,6 millones del censo electoral. En la conferencia de prensa de la coalición socialdemócrata Juntos por Macedonia se felicitaron de que el VMRO-DPMNE reconociese ir por detrás, pero afirmaron que la diferencia era mucho mayor de los 30.000 votos confesados.

Los datos de los opositores se confirmaban con una encuesta a pie de urna realizada por una organización de Estados Unidos, el Instituto Republicano (IRI). Según los 8.900 sondeos del IRI, la coalición opositora Juntos por Macedonia ha conseguido un 40,8% de votos; el Partido del Gobierno VMRO-DPMNE y sus aliados un 24%; la tercera fuerza política sería la del guerrillero reconvertido en político Ali Ahmeti con un 12%; al Partido Democrático de los Albaneses (DPA) le otorga el sondeo un 4% y tan sólo un 2% al albanés Partido para la Prosperidad Democrática (PDP).

Las elecciones para después de una guerra, celebradas 13 meses después de que callasen las armas y se firmase el acuerdo de Ohrid para desarmar a la guerrilla del ELN y dar más derechos a los albaneses, han dado un vuelvo al panorama político de Macedonia.

Los electores macedonios han castigado a los partidos del Gobierno, a los que se acusa de corrupción y de haber llevado al país a una situación económica crítica con más de un 30% de paro. La miniguerra del año pasado que duró siete meses ha hecho emerger entre los albaneses un liderazgo alternativo que se concreta en Ahmeti y su partido. El ex jefe guerrillero se esfuerza por hacer buena letra y se ha convertido en el interlocutor favorito de la comunidad internacional destacada en Macedonia, llámese Unión Europea, OTAN o Embajada de Estados Unidos. El Gobierno de Macedonia emitió hace días una orden de arresto contra Ahmeti, a quien acusa de crímenes de guerra, y el guerrillero reciclado figura en las listas de personas a los que Estados Unidos niega el visado por presuntas actividades terroristas. Ahora Ahmeti tendrá que definirse y mostrar si estos últimos meses era un lobo que metía la pata en harina para disfrazarse de cordero o un político que acepta de verdad las reglas del juego democrático.

El líder derrotado de los albaneses, Arben Xhaferi, felicitó a Ahmeti por la victoria, pero advirtió: "No nos fiamos en absoluto de él". Añadió el veterano político: "Ayudaremos a los nuevos jinetes del Apocalipsis para que se tranquilicen". En torno a la sede del DPA en Tetovo no había una sola alma. Un cuarto de hora antes del cierre de las urnas el portavoz del partido había asegurado a este periódico que su partido había conseguido tantos votos como los otros tres albaneses.

Salvo incidentes aislados, alguno de gravedad, las elecciones se desarrollaron con limpieza. La presidenta de la Comisión Electoral, Mirjana Lazarova, declaró que se puso de manifiesto que "en Macedonia se pueden celebrar elecciones libres y democráticas". Las elecciones de ayer estaban fuertemente vigiladas con la presencia de 800 observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), la mayor misión de este tipo jamás enviada por este organismo a unos comicios.

Goteo de muertos

Para que no faltara nada, hasta la víspera de la votación de ayer se produjeron incidentes armados con goteo de muertos. El guión es casi siempre el mismo. Tiroteo con la policía y el consiguiente muerto y heridos de uno u otro bando. En la madrugada del sábado el muerto cayó del lado de los que dispararon contra una patrulla policial. La televisión se encargó de mostrar un pasaporte expedido por Naciones Unidas en Kosovo para dejar clara la procedencia del ataque y, de forma indirecta, acusar a la comunidad internacional de no controlar como es debido la frontera con la vecina provincia serbia administarda por la ONU.

A primera hora de la tarde de ayer, un colegio electoral de la aldea de Lesok, en el noroeste del país, fue cerrado antes de la hora prevista tras haberse llevado a la fuerza las urnas unos desconocidos armados.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de septiembre de 2002

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