'¿Quién protege a las víctimas?', se preguntaba ayer Maria Teresa Giralt, abogada de una de las mujeres que fueron violadas. 'Yo creo que nadie, porque no se las tuvo en cuenta al hacer la ley del menor'. La abogada opina que la sentencia es nula porque las perjudicadas, a través de sus abogados, no pudieron comparecer en la vista que finalizó el pasado 1 de agosto con una sentencia de conformidad entre las partes. Giralt cree, además, que el menor debería haber sido condenado por cada delito y no, como ha ocurrido en su opinión, por un delito continuado de violación.
Pero aún así, la abogada no sabe todavía si recurrirá porque podría ser peor el remedio que la enfermedad. D. P. G. ya ha cumplido los seis meses que prevé la ley de internamiento cautelar, por lo que un recurso de nulidad ante la Audiencia de Barcelona podría originar que saliese en libertad hasta que los jueces decidan si confirman la sentencia o lo juzgan otra vez.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de septiembre de 2002