El déficit de caja de la Generalitat, la diferencia entre gastos e ingresos previstos en los presupuestos, se disparó durante el pasado mes de julio hasta alcanzar los 2.230 millones de euros (más de 370.000 millones de pesetas), según refleja el estado de tesorería publicado ayer en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana.
El volumen de pagos registrados durante el mes de julio desbordó en más de 400 millones de euros los ingresos presupuestarios en las arcas de la Generalitat. Una situación que obliga a recurrir al crédito a corto plazo para afrontar los compromisos de pago.
Los datos ofrecidos por la Generalitat también ponen de manifiesto las dificultades que atraviesa la Consejería de Hacienda para hacer efectivos los denominados derechos definidos, una figura que ha sido suprimida este año para adecuar la contabilidad de la Generalitat a las exigencias del Estado.
Los derechos definidos reflejaban supuestos ingresos pendientes y permitían soportar gastos presupuestarios. Pero la situación de tesorería difundida ayer pone de manifiesto que la Generalitat ha pagado hasta principios de agosto facturas de ejercicios pasados por un total de 1.089 millones de euros. Sin embargo, apenas ha logrado recaudar 189 millones de euros pendientes de cobro que se arrastran de años anteriores.
También sorprende que el volumen consignado de fondos extrapresupuestarios, el dinero que la Generalitat maneja al margen de sus presupuestos y que procede en su mayoría de depósitos temporales que gestiona el Consell, supere el movimiento del presupuesto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de septiembre de 2002