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El envenenador de China actuó para sabotear a la competencia

Tras casi cuatro días de rumores y especulaciones, el Gobierno chino desveló ayer el número de muertos producidos por el envenenamiento el pasado sábado de centenares de colegiales y trabajadores inmigrantes de la construcción en un pequeño restaurante de comida rápida en Tangshan, localidad cercana a Nanjing, en la provincia de Jiangsu.

Según la agencia oficial Xinhua, 38 personas han fallecido y seis se encuentran muy graves tras haber ingerido bollos, pasteles de sésamo y arroz. Más de 200 se encuentran hospitalizadas. Otras fuentes han hablado de más de un centenar de muertos.

La policía detuvo el lunes a Chen Zhengping, primo del dueño del bar donde se intoxicaron las víctimas y dueño a su vez de un bar que le hacía la competencia, según se desveló ayer. Chen fue detenido en Shangqiu, a 400 kilómetros de Nanjing, mientras huía en tren del lugar del crimen. Según la policía, Chen ha confesado que envenenó los alimentos movido por la envidia del éxito de su competidor. Al parecer, echó matarratas en el pozo del que su primo extrae el agua para cocinar.

Según el diario de Hong Kong Wen Wei Po, cercano al Gobierno de Pekín, el detenido es primo del dueño del próspero restaurante donde se produjo la intoxicación. El periódico asegura que Chen puso veneno para ratas en el agua y los tallarines del bar rival con la esperanza de causar problemas de estómago a los clientes. Una información anterior del periódico del partido comunista, El Diario del Pueblo, que anoche no había sido retirada, aseguraba que el número de fallecidos confirmados es de 49.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de septiembre de 2002