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CARTAS AL DIRECTOR

Flamenco y latín

Con el título 'Flores, poesía y flamenco', alguien anuncia en Babelia del pasado 14 de septiembre que Enrique Morente inaugura una exposición del pintor José María Sicilia en Holanda cantando unos poemas de San Juan de la Cruz, entre otros, El pastorcillo y Superlúmina Babiloni (sic) .

Pase que el santo y poeta haya escrito Un pastorcico solo está penando, con ese diminutivo más rústico y menos convencional; pero ese Superlúmina merece que se movilicen a un tiempo don Fernando Lázaro Carreter y don Francisco Rodríguez Adrados, y hasta Boney M, pues el romance de San Juan 'va por Super flumina Babylonis', es decir, reescribe el Salmo 137, en el cual -traducido por Cipriano de Valera- dice el Rey David: 'Junto a los ríos de Babilonia, / allí nos sentábamos, y aun llorábamos, / acordándonos de Sión'. Y San Juan: 'Encima de las corrientes / que en Babilonia hallaba, / allí me senté llorando, / allí la tierra regaba, / acordándome de ti, /¡oh Sión!, a quien amaba'.

Eso es lo que Morente pone en cante jondo. Ante el dicho Superlúmina Babiloni, el lector se sienta llorando, acordándose del latín, de la Biblia y de San Juan de la Cruz, y, como el propio pastorcico, 'llora por pensar que está olvidado' todo ese mundo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de septiembre de 2002