El ex presidente del Bundesbank, Hans Tietmeyer, es el nuevo alumno aventajado del curso para bomberos pirómanos en las finanzas internacionales que imparte Paul O'Neill, el secretario del Tesoro de Estados Unidos. Tietmeyer declaró el pasado martes que 'Argentina ha caído en la insignificancia, autoendeudada y posiblemente para siempre'.
Tietmeyer formó parte de la misión de sabios enviada por el FMI a Argentina en julio para diagnosticar la situación del país.
Fuentes de esa misión, en la que participaron Andrew Crockett, director del Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés); John Crow, ex director del Banco de Canadá, y Luis Ángel Rojo, ex gobernador del Banco de España, le censuraron en privado. Un alto funcionario del Gobierno español dijo a este periódico: 'Tietmeyer chochea. Lo sabemos por experiencia propia'.
La comisión de sabios elevó un informe al Gobierno argentino y al FMI sobre sus conclusiones en julio pasado. Dejó constancia de una mejoría de la situación financiera, aunque recomendó al FMI cautela hasta que se consolidaran los avances. 'No fue de ninguna manera un informe pesimista', dijo la fuente.
Tietmeyer ya vapuleó a las autoridades monetarias españolas en 1992 cuando la peseta sufrió una oleada especulativa que desembocó en varias devaluaciones. Más tarde, cuando el ministro Rodrigo Rato comenzó su andadura y realizó comentarios críticos sobre la marcha de la economía alemana, Tietmeyer llegó a obsesionarse con el ministro, y exigía en tono grave una explicación. 'Está gagá', dijo ayer un banquero extranjero que trabaja con España.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de septiembre de 2002