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Fischer: 'Haré todo lo que esté en mi mano por evitar esta guerra'

Joschka Fischer, ministro de Asuntos Exteriores y el político más popular de Alemania, dejó claro ayer que considera que el mayor gesto de amistad hacia Washington hoy es disuadirlo de entrar en 'una guerra de tremendas consecuencias, muchas de las cuales no se han previsto en su totalidad'. Fischer habló ayer con profusión sobre Irak, en televisión y en mítines electorales para insistir en su solidaridad con EE UU en la lucha contra el terrorismo, y en el hecho de que Alemania es la que más soldados tiene en misiones internacionales de apoyo a las fuerzas norteamericanas en el exterior. Pero este hecho incuestionable no puede llevar a Berlín a acompañar a la gran potencia a la comisión de errores 'cuya evolución hay que calcular desde el final'.

Fischer rechazó, además, las críticas de Richard Perle, alter ego del secretario de defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, que acusaba a Alemania de haber traicionado la amistad con EE UU y de haber perdido toda influencia en Washington con su postura de rechazo absoluto a la cooperación en una guerra contra Irak. 'Entre Richard Perle y yo hay abismos'. Según Fischer, en Washington no se ha reflexionado hasta el final sobre los riesgos de una intervención y ocupación a largo plazo que transformarían de forma traumática todos los equilibrios en la región. 'Ésta es la mayor decisión desde Vietnam'. El ministro de Asuntos Exteriores alemán aseguró que el secretario general de la ONU, Kofi Annan, está de acuerdo con él en que, si los inspectores entran en Irak y cumplen libremente su tarea, no existen motivos para una intervención militar. 'Yo, en todo caso, haré todo lo que esté en mi mano por evitar esta guerra', cuyas consecuencias, insistió, no han sido calculadas ni probablemente puedan serlo, pero que supondría un 'reordenamiento general en toda la región'.

El canciller alemán, Gerhard Schröder, por su parte, acusado de manifestar el rechazo a la intervención con fines electorales, también insistió ayer en que 'estamos en la hora de las inspecciones internacionales en Irak'. 'No es la hora de la guerra'.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de septiembre de 2002