El I Congreso Iberoamericano de Filosofía Moral y Política, que se clausura hoy en Madrid con una conferencia de Victoria Camps y que ha reunido esta semana a 850 participantes en la Universidad de Alcalá de Henares, hizo públicas ayer sus conclusiones, en las que destaca la reivindicación de una voz crítica y la denuncia del 'atraco a la razón' que supone 'reducir la universalidad a globalización económica, trocar libertad por seguridad o disolver la igualdad en proclamas retóricas'.
'Los señores del poder y del dinero', afirma el manifiesto final, 'secuestran las palabras para cambiar los contenidos'.
A lo largo de 20 secciones y otros tantos simposios, el Congreso ha hablado de teoría y realidad. Ha tratado de la violencia que azota muchas lugares de la geografía iberoamericana; se ha dicho que 'Iberoamérica es impensable sin Europa, y Europa sin Iberoamérica, aunque Europa parece cada vez más ajena, más hostil a los latinoamericanos'; ha homenajeado a los exiliados españoles que debieron escapar a América, como Ramón Xirau y Adolfo Sánchez Vázquez (presentes en la sesión del miércoles).
Y ha habido peticiones concretas. En primer lugar, el congreso pide que se suprima la obligación del visado para venir a España desde Iberoamérica (varios filósofos colombianos no pudieron acudir porque se les denegó la visa). En segundo lugar, se reclaman medidas de emergencia para países como Argentina. 'Todos conocemos el rico patrimonio cultural y científico que representa este país', dice el documento final. 'Está en peligro y esto resulta inadmisible, tanto más cuanto que a la situación actual no es ajena la especulación desaforada de grandes bancos y multinacionales españolas'.
El manifiesto ha sido elaborado por Pedro Cerezo (España), Elías Díaz (España), Paulette Dieterlen (México), Ernesto Garzón Valdés (Argentina-Alemania), Humberto Giannini (Chile), Juliana González (México), José María González (España), Osvaldo Guariglia (Argentina), Guillermo Hoyos (Colombia), Reyes Mate (España), Javier Muguerza (España), Ana María Mustapic (Argentina) y Miguel Ángel Quintanilla (España).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de septiembre de 2002