El desfalco de la Caja de Ingenieros presuntamente causado por el director de su oficina principal en Barcelona y una empleada ha provocado un perjuicio a la entidad de más de 6,6 millones de euros, según estima el juez instructor del caso. La entidad, por su parte, precisa que tiene ' totalmente acotado el fraude cometido por dos ex empleados, el cual está restringido a cinco casos'. Asimismo, la dirección de la caja señala que la fianza decretada por el juez, de 6,6 millones de euros, 'responde a la cifra máxima que debería asumir el ex empleado de la entidad'. La Caja de Ingenieros confía en que esta cantidad será muy inferior, a tenor de la realidad de los hechos.
En cambio, el juez señala que hay indicios de que Jorge Barellas y Mireia Lifante, los dos procesados, cometieron 'estafa y apropiación indebida' de 6,6 millones de euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de septiembre de 2002