Recoge el día 19 de septiembre su periódico la noticia de la agencia Efe acerca del lanzamiento del cuarto satélite Hispasat desde EE UU: habla el ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, de '... la capacidad y competitividad de la tecnología española...', y habla el redactor de la agencia de las empresas españolas que han participado en este satélite. Pues bien, permítasenos hacer dos puntualizaciones.
Al señor ministro, recordarle que la tecnología es francesa, no española, ya que es Alcatel, en Cannes, la que ha construido el satélite y a la que se le ha comprado, como se podría haber comprado en EE UU o Reino Unido; es decir, la tecnología es de quien vende, no de quien compra. (Por ejemplo, cualquier desconocedor de la densa tecnología electrónica de un ordenador, vídeo o televisión, seguramente los tiene en su casa, y hasta sabrá darle bien a las teclas).
España, desgraciadamente, no tiene la tecnología para hacer este satélite y cada vez se aleja más; hace 10 años, con el primer Hispasat, se estuvo mucho más cerca de rozar esta cima tecnológica a través de la empresa CASA, cuando ésta era la locomotora del sector en España.
Por otra parte, se habla de la participación española, indicando la participación de 'la empresa CASA Espacio'. Pues bien, tal empresa no existe. Lo que sí existe es la empresa EADS CASA, que es dueña del 5% de la empresa Hispasat, y que sí ha hecho apenas tres antenas de este gran satélite en su división espacial.
Existe también, en una parte de la plantilla, la certidumbre de que se está realizando una campaña de intoxicación desinformativa sobre esta división de EADS CASA, de modo que 'caiga por su propio peso' una eventual próxima noticia de su segregación como 'empresa' legalmente constituida, eludiendo su problemática de no reunir las condiciones suficientes (masa crítica, plan de futuro, etcétera) para garantizar su estabilidad futura, por lo que se estaría abocado a una previsible crisis cuyas consecuencias acabarían afectando tanto al modelo industrial existente como a derechos básicos de los trabajadores. Esto es lo que ya se conoce como sintelización entre sus trabajadores, que se cuentan entre la 'notable élite' de profesionales españoles de la tecnología espacial.
Tal vez el señor ministro deba ser informado del asunto, ya que es la SEPI (todavía dueña del 5,52% del Grupo EADS) la que ha fusionado CASA -paradójicamente, troceándola en empresas más pequeñas- y la que tiene en su mano poner '... la capacidad y competitividad de la tecnología española...' donde corresponde.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de septiembre de 2002