Las previsiones menos dramáticas en las vías de la Costa del Sol, prevén un caos en 2005. Para remediarlo, se siguen construyendo autopistas de peaje como la inaugurada Estepona-Sotogrande, que discurre casi vacía paralelamente a la colapsada N-340, que en el mismo tramo de 25 kilómetros se ha agilizado con 13 rotondas.
Desde Málaga a Estepona la autopista se embolsa un importante peaje, que a la vez hace un buenísimo agosto, pues incrementa el precio tanto para turistas como para residentes. La N-340 esta totalmente colapsada sobre todo en los pasos por Fuengirola y Marbella.
Aun así nadie habla de extender la movilidad ferroviaria que podría perfectamente aprovechar su paso por el aeropuerto para trasladar al personal ágilmente y sin contaminar por la línea costera hasta, incluso, Algeciras.
Personalmente, me parece obvia la inclusión del transporte ferroviario como infraestructura en la comunicación terrestre, y esta costa precisa de ello urgentemente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de septiembre de 2002