Buscar un destino para las toneladas y toneladas de desperdicios que generamos los humanos es siempre motivo de polémica. En el caso de Terrassa la disputa ha llegado a enfrentar el Consejo Comarcal y al Ayuntamiento.
El motivo de la discusión es el único vertedero del Vallès, Coll Cardús, destino cada año de 300.000 toneladas de hediondos desperdicios no reciclables. El Ayuntamiento de Terrassa aprobó en enero pasado y con el apoyo de todos los partidos que la Pineda, los terrenos que hay al lado del vertedero, fueran declarados parque natural. Con ello quería evitar que el vertedero se ampliara.
Sin embargo, más de medio año después, el presidente del Consorcio de Residuos del Vallès Occidental y concejal del Ayuntamiento de Sabadell, el socialista Joan Carles Sánchez, ha presentado una alegación al Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) solicitando la suspensión de la calificación de parque natural de la Pineda. En opinión de Sánchez es una 'cuestión de responsabilidad, hay que dar salida a los miles de toneladas que se generan de basuras'. La cuestión es que Coll Cardús está llegando al tope de su capacidad, le quedan dos o tres años, y hay que buscar 'alternativas'.
La reacción del PSC de Terrassa ha sido contundente. En un comunicado dejan claro: 'No estamos dispuestos a cambiar espacios naturales por un vertedero'. Y critican al Consejo Comarcal porque 'ha interferido en una decisión tomada por todos los partidos del Ayuntamiento de Terrassa y ha dejado en entredicho la autonomía municipal'. En opinión de los socialistas, 'Terrassa ha cubierto con creces su cuota de solidaridad municipal'.
Por otro lado, el PSC ha pedido a Sánchez, como presidente del Consorcio de Residuos, que retire su alegación o 'en caso contrario, que los miembros del consorcio desautoricen su actuación de presentarla'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de septiembre de 2002