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Entrevista:PEÑA | Jugador del Valladolid | FÚTBOL | La desgracia de una figura

'Lo que más odio es dar patadas'

Boliviano de 29 años, más de 50 veces internacional, Juan Manuel Peña, central del Valladolid desde 1996, se rebela contra quienes lo sitúan entre los leñeros de la Liga. Amante de la música clásica -especialmente de Beethoven- y estudiante hasta tercero de violín, Peña suplica que no le metan en el saco de Pablo Alfaro, Ballesteros o Ayala. Pero ayer era inevitable.

Pregunta. ¿Sabe que Valerón estará dos meses de baja por su entrada?

Respuesta. Me acabo de enterar y es muy duro porque nunca me había pasado esto: dejar a un compañero de profesión tanto tiempo sin poder jugar por una jugada en la que he intervenido yo.

P. Más que intervenir, le da un patadón.

R. Traté de anticiparme. Cuando le dan el balón, voy por el costado izquierdo y él pone el cuerpo. Con la derecha toco el balón y con la izquierda, al ir en velocidad, no puede frenarme. Pero no hay ninguna mala intención. Si quieres cargarte a un jugador, hay mil formas de hacerlo. Pero yo no quería. Lo que más odio es dar patadas. Ahora, tan sólo me queda tratar de estar tranquilo porque nunca tuve intención de lesionarle ni de darle una patada como se dice.

P. ¿Se considera un jugador duro?

R. Nunca he sido un jugador bruto ni brusco. Para mí es una gran sorpresa que se digan estas cosas. Soy lo contrario. En 12 años de profesional no había lesionado a nadie. Lo que más me gusta es manejar la pelota. He tenido problemas con algunos entrenadores a los que no les gustaba que sacara la pelota jugada desde atrás. Mis jugadores preferidos fueron Beckenbauer y Baresi, que no daban ni un patada. Y mi equipo preferido fue el Barça de Cruyff.

P. Sin embargo, le recuerdo un partido en Mestalla ante el Valencia en que atizó de lo lindo.

R. ¿Y Ayala no le parece duro? Él es un jugador con calidad pero bastante brusco. Va armado en las pelotas divididas.

P. ¿Usted no?

R. Hay gente que actúa de mala fe. A veces las pulsaciones son aceleradas y luego puedes pedir disculpas. Yo lo he hecho muchas veces, incluso dentro del partido.

P. ¿Y a Valerón le pidió disculpas?

R. No, porque creí que era un simple golpe. Sé lo que hice y estoy tranquilo.

P. Sin embargo, salió tras el descanso a Riazor y, a los seis minutos, se cargó a Valerón. ¿Estaba previsto eso en el vestuario?

R. Pero si yo estuve calentando y no sé lo que se habló en el vestuario. Si hubiera podido meterle un caño, se lo hubiera metido. El técnico [Pep Moré] me dijo que cubriera la zona del centro del campo y que aportara tranquilidad.

P. Había visto el partido del Depor en Múnich ante el Bayern y pensó que había que frenar como fuera a Valerón...

R. No, en ese partido el Depor jugó muy bien. Yo simplemente fui a quitarle el balón y le pegué una patada, pero es un lance más. El Depor sí tiene a jugadores como Duscher, que se carga a un jugador con mala intención [en referencia a Beckham, del Manchester United], o a otro como Tristán, que vino a reclamarme a mí, y que también tuvo mala intención [ante el mismo Beckham, en la pasada edición de la Liga de Campeones]. Después hubo jugadores del Depor que sí tuvieron mala intención hacia mí.

P. ¿Está a favor de la intimidación verbal dentro de la cancha?

R. No, para nada.

P. ¿Se identifica con Pablo Alfaro, del Sevilla, o Ballesteros, del Villarreal?

R. No. Son muy diferentes a mi estilo. Mis características son distintas: la técnica y la velocidad. Yo no puedo practicar su forma de jugar.

P. Pero el curso pasado recibió 15 amarillas y dos rojas. Además, en el partido de Copa del Rey ante el Sporting, ya fue expulsado.

R. Eso no significa nada. Pueden amonestarte por muchas circunstancias. Y lo del Sporting fue un agarrón como último defensa, ninguna patada.

P. O sea, que no le hace falta el juego violento.

R. A nadie le hace falta el juego violento.

P. ¿Pero cree que un jugador blando puede ser un gran defensa?

R. Si lo dice por Gamarra, que no hacía faltas en el Atlético y el equipo perdía mucho..., pero no creo que fuera por eso. Cada uno tiene su forma de jugar.

P. ¿Qué significa para un futbolista boliviano como usted jugar en la Liga española?

R. Estoy muy orgulloso de estos seis años que llevo en el fútbol español, en el que es muy difícil mantenerse. Sólo los bolivianos Etcheverry [en el Albacete de Benito Floro], y Edwin Sánchez, en el Boavista de Portugal, han triunfado en los últimos años en Europa.

P. Con seis Copas de América y un Mundial, el de Estados Unidos 94, a sus espaldas, ¿qué piensa hacer cuando se retire?

R. Todavía pienso seguir muchos años más como jugador. He estudiado informática y administración de empresas. Pero mis compañeros me dicen que tengo dotes para dirigir porque me gusta ordenar al equipo y veo el fútbol bien desde atrás.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de septiembre de 2002