Quedan cuatro días para que se cumplan seis meses del fallecimiento de Billy Wilder, una muerte no por esperada menos dolorosa para los cinéfilos. El autor de las comedias más populares de la historia revive esta noche en Qué grande es el cine (La 2, 23.00) con la emisión de En bandeja de plata, en la que los espectadores podrán encontrar nuevas razones para ser más felices.
Qué grande es el cine, el veterano programa que dirige y presenta José Luis Garci, emitió el pasado 1 de abril El apartamento. Billy Wilder había fallecido sólo cinco días antes y tal vez muchos aficionados se extrañasen ante el hecho de que en el espacio de La 2 no se hiciera referencia alguna a la muerte del maestro. Al ser un programa grabado, cuando Garci y sus contertulios realizaron su coloquio semanal aún no se había producido el triste suceso. Esta noche, el programa tendrá una buena oportunidad para volver atrás.
Billy Wilder, quizá el último grande del Hollywood clásico, representa una forma de entender el cine casi desaparecida: en sus más de cuarenta años de carrera, el director entregó no sólo comedias desternillantes, sino también modelos de cine inteligente, además de suculentas píldoras que dinamitaban las convenciones sociales.
En bandeja de plata muestra cómo La tentación vive arriba, Con faldas y a lo loco, Irma la dulce o Primera plana obran el milagro que hace coincidir risa y amargura, diversión y causticidad. Son sólo una pequeña demostración del talento de un cineasta irrepetible que también lograba obras maestras en géneros como el negro, el bélico o el melodrama.
Billy Wilder consideraba que el único delito que podía cometer un cineasta era aburrir; el director que, en la entrevista mantenida con un ejecutivo que debía financiar uno de sus filmes, respondía a la pregunta '¿Qué ha hecho usted en el cine?' con un 'Usted primero'; el director que respondió al piropo lanzado por Fernando Trueba en la entrega de los Oscar de 1994 con una escueta llamada telefónica: 'Hola, le habla Dios'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de septiembre de 2002