Los ministros de Agricultura de la Unión Europea se mostraron ayer mayoritariamente opuestos a la propuesta de la Comisión Europea para que se recorte en un 5% el precio de intervención del cereal en el marco de la revisión de la Política Agrícola Común (PAC).
El Gobierno español advierte de que esta medida, combinada con los cambios en la modulación de las ayudas, tendrá un efecto devastador en las regiones dependientes de este cultivo con tierras de bajo rendimiento. La situación no ha cambiado desde el primer debate en julio, pero ya se habla de un posible pacto entre Francia y Alemania que evite la reforma hasta 2006.
España dijo ayer 'no' a todas las preguntas que planteó la presidencia danesa en la UE a partir de las propuestas de la Comisión Europea para el cereal. Y no estuvo sola. También se pronunciaron en el mismo sentido Bélgica, Luxemburgo, Portugal, Irlanda, Austria, Francia e Italia. Ninguno de estos ocho países considera justificado el recorte que plantea Bruselas en el precio de intervención.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de septiembre de 2002