El ministerio fiscal elevó anoche a definitivas sus conclusiones en el caso de Lucy de Berk, la enfermera holandesa de 40 años acusada de 13 asesinatos y otros cinco intentos en tres hospitales de La Haya, y solicitó cadena perpetua. Entre los fallecidos había cinco niños. Según la acusación, la vida carece de sentido para la procesada y de ahí que acabara con tanta facilidad con sus pacientes. Añade que miente cuando asegura que los pasajes relativos a los enfermos hallados en su diario corresponden sólo a las cartas de Tarot que leía.
La defensa, que presentará hoy sus calificaciones definitivas, mantiene que la procesada tiene una personalidad conflictiva pero no es una asesina en serie. Es la primera vez que los tribunales holandeses juzgan un caso así y no se descarta que Lucy de Berk sea responsable de más muertes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de septiembre de 2002