Sobre la base de datos procedentes de satélites europeos, el centro meteorológico nacional holandés ha predicho que el agujero de ozono que se forma todos los veranos sobre la Antártida empezará hoy mismo a desgajarse en dos, meses antes de lo habitual, lo que indica su debilidad. Además, el agujero (zona en la que la concentración de ozono estratosférico es mucho más baja que la normal) es este año mucho menos profundo, casi la mitad que el observado en 2001.
Este fenómeno no puede explicarse por la continua pero lenta disminución de sustancias destructoras de ozono en la atmósfera en los últimos años debido al acuerdo internacional, el Protocolo de Montreal, logrado en 1987. Más bien parece deberse a la variabilidad natural de la circulación atmosférica, según Henk Eskes, científico del citado centro.
La gran disminución del ozono se produce únicamente a muy bajas temperaturas bajo la influencia de la radiación solar, durantel el invierno antártico. 'Normalmente la disipación del agujero se produce entre noviembre y diciembre, pero este año predecimos que tendrá lugar esta misma semana', añadió ayer Eskes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de septiembre de 2002