Unos 300 vecinos del pueblo granadino de Cortes y Graena colapsaron ayer durante cuatro horas las calles de la capital en protesta por el cierre preventivo, hace un mes, del balneario de Graena tras detectarse un caso de legionela en sus dependencias. Los vecinos, que calculan en más 600.000 euros las pérdidas producidas por el cierre del balneario, piden que la delegación de Salud de la Junta de Andalucía termine ya la clausura del centro. El delegado en Granada, Francisco Cano, que se entrevistó con una comisión vecinal encabezada por el alcalde del pueblo, el popular Antonio Sánchez, manifestó, sin embargo, que el balneario permanecerá cerrado siempre que continúe detectándose la presencia de legionela en su interior.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de septiembre de 2002