José Luis Gimeno, alcalde de Castellón, es muy libre de pensar como quiera, pero lo que no puede hacer es falsear la historia. Tenemos memoria y por eso le diré que la dictadura lo cambió todo: la Puerta del Sol, las calles, etc. Mire en los Hermanos Bou la famosa Falange, antes fue La gota de leche, un parbulario para mujeres que trabajaban en almacenes de naranjas y que cotizaban su seguro con diez céntimos. La dictadura se apropió de las casas del pueblo y se llamaron centros de reunión. En cada pueblo teníamos una escuela, materiales y libros pagados por el gobierno republicano: enseñanza libre. ¿Sabe lo que hizo la dictadura? Apartó a todos los que se habían ganado su puesto por oposición: médicos, maestros... Este verano enterraron las cenizas del profesor Estebe, con quien tan mal se portó el régimen. También le nombraré a Ricardo Selma, gran republicano que fue presidente de la Diputación y que murió solo. Quien fue el golpista se adueñó de todos los derechos adquiridos y se instaló en el Palacio Real. ¿Sabe cómo se le llama a esto? Sencillamente okupa. Eso fue lo que hizo la dictadura.
Posdata: en las Normes de Castelló del 32 tendrá buenos datos firmados por aquellos hombres republicanos. Y no nombraré las cartillas de racionamiento que llegaron hasta 1952.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de septiembre de 2002