El economista jefe del FMI, Kenneth Rogoff, declaró ayer que "Europa debe decidir qué quiere ser en la próxima década: locomotora o vagón de cola". En su informe anual dice que la política monetaria europea ha estado bien conducida, pero que ahora es necesaria una rebaja de tipos. El FMI ha recortado la previsión de crecimiento mundial al 3,7% para 2003, y el del PIB español, en cinco décimas, al 2,7%, frente a la previsión del Gobierno del 3%.
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El Fondo Monetario Internacional (FMI) sólo admite que la economía española puede crecer un 3,2% en el último trimestre de 2003. También apunta que el desempleo se mantuvo estable en 2002, con una tasa 10,7%, contra el 10,5% en 2001. Para el año 2003, el FMI prevé en España una disminución de ocho décimas sobre el 2002, hasta el 9,9%.
Por otro lado, el informe comenta que, tras un primer trimestre de 2002 fuerte, "las preocupaciones por el ritmo y la sostenibilidad de la recuperación iniciada a finales de 2001 han crecido significativamente". Los analistas del FMI ya admiten que, "si bien se espera que continúe la recuperación global, será más débil de lo que se vaticinaba".
El crecimiento económico mundial, pues, se situará en un 2,8% en el año 2002, saltando hacia un 3,7 % en 2003; el informe señala que la producción de las tres economías más industrializadas -Estados Unidos, Unión Europea y Japón- crecerá un 1,7% en 2002 y un 2,5% en 2003. Los países en vía de desarrollo aumentarán un 4,2% en 2002 y un 5,2% el próximo año. Las aportaciones de la recuperación asiática compensarán a su vez la caída en las economías latinoamericanas, que registrarán una tasa negativa del 0,6% en 2002, con una previsión de crecimiento del 3% para el 2003.
Entre los economistas del FMI cada día está más claro que la economía mundial está cada vez más influida por Estados Unidos. "La recuperación sigue dependiendo en gran medida de las perspectivas de Estados Unidos, especialmente cuando la recuperación en Europa Occidental no es autosostenida y el crecimiento de la demanda doméstica en Japón continuará previsiblemente atrapada por las dificultades de bancos y empresas", señala el informe.
Pero existen riesgos de ir a peor. "Hay un riesgo significativo de una recuperación triste, especialmente si el impacto de las recientes caídas en los mercados bursátiles en Estados Unidos y en Europa es mayor al que se espera en la actualidad; si los mercados inmobiliarios sufren un debilitamiento si la demanda doméstica en Alemania sigue sin reaccionar o si la incipiente recuperación en Japón es desbaratada, como ya ha ocurrido en los años noventa". El Consejo del Banco Central Europeo hoy para analizar los tipos y se sabrá cuánto ha calado la recomendación del FMI.
Rogoff explicó ayer que compartía el diagnóstico de la Reserva Federal (banco central), que esta misma semana decidió mantener los tipos de interés en el 1,75%. Pero advirtió que si los próximos datos reflejan una mayor debilidad de la recuperación será necesario considerar nuevos recortes de los tipos de interés.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de septiembre de 2002