El Teatro Real iniciará el 1 de octubre su temporada 2002/2003 con una producción propia, Simon Boccanegra. Esta ópera fue ayer calificada como de las más difíciles y complicadas de Verdi por parte de Gabriele Ferro y Giancarlo del Monaco, director musical y de escena de este montaje, respectivamente. Del Monaco se muestra encantado de volver al Real donde tuvo un importante éxito con su puesta en escena de La Boheme hace cuatro años, ya que considera que este coliseo posee toda la tecnología necesaria para hacer un proyecto moderno. La gran acogida que tuvo entonces no le provoca miedo ante el nuevo reto: 'Me produce respeto lo que pueda pasar, pero no miedo', afirmó ayer en la presentación del montaje, cuya escenografía es de Michael Scott.
Esta ópera que Verdi escribió por primera vez en 1857 y revisó 25 años después, presenta, según del Monaco, una estructura muy shakespeareana y, desde el punto de vista musical, se encuentra marcada por matices impresionistas. 'Simon Bocanegra, como todos los personejes verdianos, tiene una personalidad muy compleja, es un hombre que ama profundamente a su patria, a su hija, pero al mismo tiempo es un dictador indeseable, un iluminado..., dramatúrgicamente es una figura fundamental en la historia de la ópera', dijo Del Monaco, quien recuerdó que los conflictos verdianos siempre son una historia personal desarrollada en un espacio político.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de septiembre de 2002