El fallecimiento, ayer, de otro dos de los 15 cetáceos que quedaron varados el martes en Fuerteventura y Lanzarote eleva a 14 los animales fallecidos mientras en la zona se desarrollan maniobras militares con navíos equipados con sonar. Las ondas emitidas por estos aparatos podrían, según algunos expertos, haber provocado hemorragias mortales a los cetáceos, pertenecientes a tres especies de zifios.
Para hoy se esperan los resultados de las necropsias realizadas a los animales. El Gobierno canario, el Cabildo y el Ayuntamiento de Pájara, en Fuerteventura (donde desembarcaron cientos de los 9.000 soldados que participan en las maniobras y donde quedaron varados la mayoría de los 15 zifios) acordaron ayer "elevar un informe a las autoridades competentes de la Unión Europea y del Gobierno español" sobre el varamiento de cetáceos. Aún se ignora la procedencia de los animales, pero la Consejería de Política Regional y Medio Ambiente de Canarias considera factible que aumente su presencia en la zona.
El Ministerio de Defensa rechazó el pasado martes suspender las maniobras, organizadas por España y en las que participan fuerzas de la OTAN de Estados Unidos, Canadá, Grecia, Francia, Italia, Portugal y Turquía, con despliegue de un portaaviones, 50 buques de superficie, seis submarinos y 30 aeronaves.
Según reconocieron el martes fuentes militares, en 1989 se registró un caso similar de varamiento de cetáceos, a raíz del cual el mando cursó instrucciones para evitar que se hagan maniobras en las zonas donde abunden esos animales. Según la Sociedad Española de Cetáceos, en 2000 se produjeron varamientos en el archipiélago portugués de Madeira mientras había maniobras navales. Los científicos escanearon entonces los cadáveres y encontraron fuertes hemorragias en el oído interno de los animales.
Ayer, las organizaciones Greenpeace y Ecologistas en Acción pidieron el cese de las maniobras en Canarias, cuyo final está previsto para hoy.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de septiembre de 2002