La Consejería de Sanidad está consiguiendo lo que parecía imposible, engañar a todos todo el tiempo. A saber: Enésima inauguración virtual de un hospital galáctico mientras se cierran más de 400 camas desde que gobiernan la Comunidad; seis meses de espera en oftalmología, más de un año para diagnosticar un túnel carpiano; retribuciones a la cola de las demás autonomías para el personal y contratos de esclavos para los refuerzos; oposiciones que atentan contra el principio de igualdad de la Constitución, para colocar por atajos a altos cargos. Mientras, algunos curritos, que al parecer somos menos iguales que otros, hemos recorrido el país a golpe de oposición. Como decían mis primos, Max madera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de septiembre de 2002