El protocolo que actualiza el Convenio de Cooperación para la Defensa entre España y Estados Unidos consiguió ayer el apoyo del Congreso. Dieron su aprobación PP, PSOE, CiU y CC y fueron rechazadas (275 votos en contra, seis a favor y dos abstenciones) las enmiendas a la totalidad de IU y la Chunta Aragonesista. Pese a su voto afirmativo, el portavoz de Exteriores del PSOE, Jordi Marsal, manifestó su 'profunda preocupación' por la gestión que el Gobierno pueda hacer del convenio.
Gracias a la modificación del acuerdo, Estados Unidos tendrá más facilidades para operar en España. El convenio autoriza una nueva instalación de apoyo en Rota (Cádiz), para una compañía de fuerzas de seguridad, y acepta la presencia en territorio español de unidades de la marina y la fuerza aérea estadounidenses, para que actúen en conjunción con las Fuerzas de Seguridad del Estado y los servicios de información españoles en asuntos de interés común. También podrán llevar a cabo investigaciones que puedan afectar a Estados Unidos.
El protocolo de enmienda del convenio España-EE UU, firmado en Madrid el 10 de abril pasado, requiere la autorización de las Cortes. El convenio está vigente desde el 1 de diciembre de 1988.
La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, se encontró con dos enmiendas de devolución presentadas por Felipe Alcaraz, de Izquierda Unida, y José Antonio Labordeta, de la Chunta Aragonesista.
Alcaraz estima que con la ampliación de las facultades operativas de EE UU en las bases de Rota (Cádiz) y Morón (Sevilla) se 'ensanchan las fronteras de Estados Unidos' y 'se rompen los márgenes constitucionales'. Labordeta, por su parte, puso en duda que con la modificación del convenio se aspire a garantizar 'la paz y las libertades individuales'.
La ministra admitió que la modificación tiene en cuenta 'los ataques terroristas sufridos por Estados Unidos en diversas partes del mundo, y muy especialmente, los del 11 de septiembre'. Al igual que el PSOE, el portavoz de Exteriores de CiU, Ignasi Guardans, manifestó sus recelos y dio a entender que el Gobierno está confundiendo la cooperación con Estados Unidos y el alineamiento con el Partido Republicano.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de septiembre de 2002