Los trabajos artísticos de Nelson Mandela, inspirados en sus años de prisión en Suráfrica, pueden admirarse estos días en una exposición en Londres. El ex presidente surafricano presenta a través de su obra pictórica los recuerdos del penal de Robben Island. De cada uno de los dibujos -hechos por Mandela para recaudar fondos para los niños y las víctimas del sida- se han hecho 500 litografías. No obstante, quienes esperen que el recuerdo de la prisión de Mandela sea oscuro y pesimista van a sentirse decepcionados. La visión del ex mandatario surafricano del lugar en el que pasó la mayor parte de sus 27 años de encarcelamiento es luminosa y brillante. Una de las vistas muestra la montaña Table desde una ventana de la cárcel, a pesar de que en el catálogo de la exposición se recuerda que el recluso Mandela nunca tuvo acceso a esa vista. Otro cuadro muestra el interior de la celda, con objetos personales pintados de color naranja, lila, amarillo y rojo. Como piezas de arte, los trazados lineales sencillos, casi infantiles, convierten los cuadros en objetos de poco valor; pero como muestra del perdón de Mandela no sólo a sus carceleros, sino también al lugar en que fue recluido, no tienen precio.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de septiembre de 2002