La familia de la cantante Thalía permanece en silencio, cinco días después de que fueran secuestradas en la capital mexicana sus hermanas Laura Zapata y Ernestina Sodi. Mientras, la prensa local asegura que los secuestradores piden por su rescate de 10 a un millón de dólares. Tahalía y su esposo, Tony Mottola, presidente de Sony Music, se encuentran en México a la espera de que la situación se resuelva. Laura y Ernestina fueran secuestradas el domingo a la salida del teatro, donde la primera intervenía en la obra La casa de Bernarda Alba. La familia ha prescindido de los servicios policiales, decisión que ha respetado tanto la Procuraduría General de la República (PGR) como la del Distrito Federal (PGJDF). En declaraciones a la prensa local, el procurador capitalino, Bernardo Bátiz, explicó que había estado en contacto con la familia de Thalía y le indicaron que por el momento no presentarían ninguna denuncia. Bátiz añadió que la única investigación que está llevando la PGJDF es sobre los coches que fueron abandonados en el lugar de los hechos, el de las secuestradas y uno de los secuestradores, cuyas huellas están analizando. Mientras, el mundo artístico mexicano se solidariza con la familia.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de septiembre de 2002