Una mujer maldecía toda la noche.
Ceceaba y maldecía y azotaba una puerta
pequeña -tal vez la de un ropero.
Las bisagras chirriaban como un tren
lejano pero aquí junto a la oreja,
y quién se atreve a huir de un tren en plena oscuridad.
Golpeaba, maldecía la puerta
la mujer hasta que el hombre
le lanzó una amenaza. No supe qué decían
esas palabras entre chasquidos de madera.
Me levanté. Fui a la ventana. Contemplé largamente
el resplandor de las sábanas colgadas en el patio.
Julián Herbert (Acapulco, México, 1971) es autor de los libros Chili Hardcore y El nombre de esta casa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de septiembre de 2002