"Este es un premio colectivo para una película que habla de eso, del colectivo". Con estas palabras recogió anoche, de manos del actor Bob Hoskins, Fernando León la Concha de Oro por Los lunes al sol. El director recordó así a los hombres que inspiraron esta película que narra el drama de unos parados de una ciudad del norte de España. Minutos antes, el presidente del jurado del 50º Festival de Cine de San Sebastián, Wim Wenders, anunciaba el máximo galardón: "Este premio es para la película más completa, sin resaltar ninguna de las cosas que la convierten en la mejor". El cineasta alemán se dirigió a Javier Bardem, protagonista del filme, para decirle: " No hace falta Javier que diga lo que tú eres y lo que tú significas en esta película".
Bardem: "Si premian la película, nos premian a todos. El colectivo es lo que importa"
Mercedes Sampietro, que recibió la Concha de Plata como mejor actriz, habló de la felicidad que ha sentido gracias A lugares comunes, la película de Adolfo Artistain por la que fue premiada. "Esta noche quiero tener un recuerdo muy especial para Argentina, que está sufriendo una injusticia insoportable. Este premio se lo dedico al pueblo argentino".
La gala de clausura del festival de San Sebastián, cerrada con la proyección de la película Jet-Lag, que fue presentada por sus protagonistas Juliette Binoche y Jean Reno, fue sobria pero emotiva. El productor de Los lunes al sol, Elías Querejeta, se la dedicó al escultor recientemente fallecido Eduardo Chillida, lo que provocó una fuerte ovación entre los asistentes.
Chen Kaige, Concha de Plata por la dirección de Juntos, afirmó: "No he visto un público como el de aquí. Ustedes tienen esa pasión que inspira mi imaginación y mi creatividad, les aseguro que volveré a este lugar".
Fernando León llegó a San Sebastián horas antes de recibir el premio acompañado del equipo de Los lunes al sol. A la puerta del hotel María Cristina, y con la música del coche a todo volumen, el director y sus actores se pusieron a bailar. Javier Bardem saltaba más que ninguno. "Si premian a la película nos premian a todos. El colectivo es lo que importa. Ése es el espíritu de la película", dijo el actor.
Fernando León se había enterado del resultado de las deliberaciones del jurado la noche anterior: "Estaba en la proyección de la película en Vigo cuando me dijeron que saliera de la sala. Me lo contaron, y al decírselo a los demás, fue muy emocionante. No hemos parado de celebrarlo desde entonces".
"Esta película nació en Vigo y ha terminado en Vigo. Ha sido todo muy especial, desde el primer día hasta hoy", añadió el director, abrumado ante el acoso de decenas de periodistas y del recibimiento de cientos de jóvenes en la calle. "La película pretende arrojar luz sobre la vida de las personas que están en paro. Es una manera de entrar en el dormitorio y en las casa de las personas que viven esta situación. Espero, es lo que más me importa, que se vean retratados con respeto".
Mientras Fernando León respondía a televisiones, radios y prensa, en la calle no cesaban los gritos de "¡Javier, Javier!". Bardem brindó con champaña ante las cámaras. Junto a él, sus compañeros de reparto se abrazaban. Entre ellos, Luis Tosar, Aida Foch y Nieve de Medina.
Para Fernando León no era el primer premio en San Sebastián. En 1998, su segunda película, Barrio, lograba la Concha de Plata al mejor director. "Siento una alegría muy parecida a la de entonces. Entonces todo fue muy bien, la película salió muy fuerte de aquí. Espero que esta vez ocurra lo mismo".
Poco después de la entrada del equipo de Los lunes al sol al hotel María Cristina (centro vital del festival en su última jornada) llegó Chen Kaige. "El magistral", como dijo Wim Wenders al anunciar su premio como mejor director. Grande y con la habitual cortesía oriental, Kaige se declaró "muy feliz" de que su película Together haya logrado dos premios, a la dirección y al mejor actor, Liu Peiqi. "Ha sido una competición dura y eso me hace doblemente feliz. Creo firmemente en la historia que he contado y he disfrutado mucho del festival, el tiempo, la ciudad y el público". El director de Adiós a mi concubina llamó por teléfono a Pekín para decirle a Peiqi que había ganado la Concha de Plata. "No se lo creía", relató Kaige, "pero al final me ha dicho que me espera para celebrarlo juntos con una gran cena".
La gran protagonista de la noche, la actriz española Mercedes Sampietro, lograba su segunda Concha de Plata (la primera fue en 1985 por Extramuros) por su trabajo en Lugares comunes. Le era difícil disimular su emoción: "De verdad, no puedo explicar lo feliz que soy. Ha sido la mejor experiencia de mi vida. Además, este premio me llega en un momento muy oportuno. Lugares comunes es una película que me ha dado mucho, comparto el premio con todo el equipo", dijo momentos antes de encontrarse en el hall del hotel con su director, Adolfo Aristarain. Se abrazaron, como casi todo el mundo ayer en el concurrido hotel.
Wim Wenders se refirió a Historias mínimas, el filme que se alzó con el gran Premio del Jurado, como "una película que nos ha enamorado a todos". E director, el argentino Carlos Sorín, nervioso y con los ojos enrojecidos, dijo que las palabras del jurado le llenaban de emoción. "En estos momentos me vienen al recuerdo muchas personas, pero una muy especialmente el hombre que interpreta [Antonio Benedictis es un actor no profesional] al abuelo que busca su perro y que está enfermo en Montevideo. A él le dedico el premio".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de septiembre de 2002