Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
COLUMNA

Bétera

Y tanto que hemos cambiado todos en 20 años, ya te digo, hasta los tenientes generales. Antes le pedías una entrevista a Milans para la prensa democrática y además de darte calabazas, sus sicarios te advertían que cuidadito, que me he quedado con tu cara y sé dónde vives. Ahora no, ahora da gusto hablar con apuestos e inteligentes mandos como Juan Ortuño, aunque te quieran convencer de lo mucho que ha cambiado la OTAN desde la guerra fría. Y lo decía mostrando una caja con la bandera atlantista primorosamente rematada en espiral de cordón dorado: prenda de amor traída del extranjero ahora que Bétera es candidata finalista a albergar un llamado centro de control especializado.

'No es un cuartel de la OTAN, no habrá soldados ni armamento, sólo 400 jefes y oficiales con material desplegable para montar en poco tiempo un puesto de mando en cualquier lugar'. Lo dicen para tranquilizar, como aquello de que, con instalaciones militares o sin ellas, todos somos objetivo. Pero una (en su ignorancia) piensa que para las Fuerzas del Mal no será lo mismo enterarse de que Bétera tiene sólo un manicomio o un estrafalario pero inofensivo Parc dels Pobles que saber que cobija a la flor y nata de los estrategas. El tiro a la cabeza, ¿no hace más pupa?

Y además, es que no es sólo eso. Es que de entrada, no. Es que Bush oil-junior-Wayne sigue jaleando a una nueva OTAN en crisis de identidad contra lo que a él le conviene etiquetar como 'estados forajidos'. Y a ver quién traga lo del mantenimiento de la paz y la lucha contra el terrorismo.

En Bétera ya se especula con los pisos y los terrenos. La alcaldesa, resignada, dice que preferiría una Universidad. Los socialistas consensúan, pero el pueblo desearía ser nominado para expulsión del bando de los buenos.

Por cierto, todos hemos cambiado menos el patio de Capitanía y la estatua ecuestre del amigo del alcalde Gimeno. Ya sabíamos, pero impresiona. ¡Ostras!, exclamamos los periodistas al toparnos con la aparición. 'Está aquí como militar', explicaron ellos. Yes. Of course. Faltaría plus.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de septiembre de 2002