Hemos de congratularnos de tener una Constitución que excluye la pena de muerte. Asimismo, debemos alegrarnos de que funcione el Estado de Derecho.
Pero en temas de accidentes de trabajo es una sarnachada lo que dijo el director general de Trabajo y Seguridad Laboral, Román Ceballos: 'La Comunidad Valenciana es la segunda autonomía que más ha reducido los accidentes laborales en el primer semestre de este año... con 48 accidentes mortales'. A este paso, el año puede acabar con 96 trabajadores muertos por accidente de trabajo. Y eso es mucho. También sería mucho que muriera una persona en la Comunidad o en toda España. No se puede hablar de ningún responsable directo de asesinar a los trabajadores, pero hay muchos cómplices. Y cada uno, política y penalmente, debería apechugar con sus responsabilidades, porque la alta siniestralidad laboral atañe desde el presidente del Gobierno, pasando por el ministro de Trabajo, hasta los consejeros del ramo y los empresarios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 30 de septiembre de 2002