Cierto es que su rival, el Rayo, le puso las cosas fáciles, como si no quisiera molestar, que al fin y al cabo enfrente estaba el campeón. El caso es que el Valencia se quitó de encima a un enemigo bastante minúsculo en la tarde de ayer y atrapó el liderato, aunque igualado a 10 puntos con la sorprendente Real Sociedad, que derrotó a domicilio a Osasuna, y con el Celta, que redujo el ímpetu con el que había iniciado el ejercicio liguero y no pasó del empate frente al Málaga, otro conjunto que inesperadamente ha arrancado a todo trapo.
La Real es la antítesis de aquel equipo pequeño que la pasada temporada se arrastró por la Liga. No tiene nada que ver y todo indica que la llegada del francés Denoueix a su banquillo ha sido determinante. Porque los jugadores son, salvo contadas excepciones, los mismos que perpetraron aquel desastre. Ayer, el cuadro donostiarra venció en Pamplona (2-3) a Osasuna. La Real es el equipo más goleador del torneo, con 13 tantos en cuatro partidos, a una media deslumbrante, superior a los tres goles por encuentro.
El Celta, por su parte, pinchó en Balaídos frente al Málaga. Un gol en propia meta de Cáceres certificó el 2-2 definitivo. La igualdad que se produce en la cabeza de la tabla se repite en la cola, donde conviven cuatro equipos, Osasuna, Athletic, Espanyol y Recreativo, que no han sido capaces de cosechar más que un punto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 30 de septiembre de 2002