El ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, telefoneará hoy a los secretarios generales de UGT, CC OO y CEOE, Cándido Méndez, José María Fidalgo y José María Cuevas, y se pondrá en contacto con los grupos parlamentarios para comunicarles la voluntad del Gobierno de 'flexibilizar' el decretazo. Les propondrá dar marcha atrás en los cambios sobre fijos discontinuos y, si los sindicatos 'también son flexibles', propondrá la recuperación, con límites, de los salarios de tramitación.
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'Nuestra voluntad de diálogo sigue absolutamente intacta. Seguimos siendo absolutamente flexibles', proclamó ayer Zaplana en la clausura del PP valenciano. Eligió un cónclave con sus fieles para reconocer que 'la reforma laboral generó profundas discrepancias con los agentes sociales y propició la convocatoria de una huelga general'. Reiteró que es una reforma que busca 'la creación de empleo' pues la evolución del paro 'no es mejor en España que en otros países por casualidad, sino por las políticas acertadas de los últimos años'.
Pero Zaplana admitió con su anuncio que los costes del decretazo superan a sus hipotéticos beneficios. Ya el sábado, el vicepresidente Rodrigo Rato había avanzado en el mismo foro ese cambio de actitud del Gobierno con dos argumentos: el PP 'no es insensible a las críticas' y acepta que 'nadie tiene toda la razón'.
Los dos elementos que Zaplana avanzó ayer que ofrecerá a los sindicatos dan en la diana de los cambios más criticados con el decretazo. Como primer paso, el Gobierno sólo ofrecerá a sindicatos, patronal y grupos parlamentarios recuperar la cobertura de desempleo para los trabajadores fijos discontinuos. Perdieron este derecho los empleados que trabajan un determinado número de meses al año y que saben con antelación la fecha de inicio y final de su tarea. Los trabajadores afectados se concentran en la hostelería de la costa, a excepción de Canarias donde la temporada turística dura todo el año, y muchos empleados de colegios contratados sólo durante el curso escolar.
Esta oferta será el primer paso para ver hasta donde llega la 'flexibilidad' de los agentes sociales. El área económica del Gobierno ofrecerá su segundo y último plato de rectificación en los salarios de tramitación, que es la materia más conflictiva y sobre la que hasta ahora se negaba al más mínimo cambio. Lo hará si ve 'flexibilidad' en la otra parte.
Cuando un trabajador es despedido, recurre y gana el pleito, ese despido se declara improcedente. Hasta el decretazo, el empresario estaba obligado a abonarle los salarios perdidos en los meses que duraba el pleito más la indemnización fijada por el juez. La reforma del desempleo los eliminó. Los parados que más perdieron con esta medida son los que no sumaban un número de meses suficiente para cobrar el paro.
Ahora Trabajo está dispuesto a recuperar esos salarios pero marcando un tope máximo. CiU ha propuesto, por ejemplo, que sólo los recuperen los trabajadores que los necesiten para poder acceder al paro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 30 de septiembre de 2002