El carácter insular lleva implícito la idea del viaje. En el caso de Isla sin mar el viaje se realiza a través de la imaginación y de la memoria. Así escapan de su reclusión los personajes de la última novela, publicada por Planeta, del tinerfeño Fernando Delgado, que ayer se presentó en la Casa del Llibre de Valencia. 'Todas mis novelas son intimistas; ésta quizá sea la más poética', comenta el escritor y periodista, quien subraya su interés por la recreación de 'atmósferas'. También los personajes, algunos inspirados en familiares y personas próximas al autor, ganador del Premio Planeta en 1995, ironizan sobre la propia literatura, sobre los libros de viajes, en una especie de 'metanovela', por encima de la cual destaca la intrigante Amadora. Su nieto Tristán decide edificar su primer libro sobre el pasado misterioso de ella.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de octubre de 2002