La Bolsa española ha cerrado el peor mes de septiembre desde la crisis provocada por la invasión de Kuwait, hace ya 12 años. El Ibex 35 acumula una caída del 15,60%, y el índice general de la Bolsa de Madrid, del 13,96%. En el conjunto del año, el Ibex 35 baja el 35,22%, y Madrid, el 30,11%.
Esta última sesión comenzó para los mercados europeos bajo la presión de la caída sufrida el pasado viernes por Wall Street, de casi el 4%, y con el avance del dato de inflación de septiembre en la eurozona, que podría subir una décima, hasta el 2,2%.
Esas leves presiones inflacionistas impiden que nadie pueda hacerse la ilusión de una rebaja de los tipos de interés por parte del BCE para ayudar a la economía a volver a la senda de la recuperación, lo cual desviaba completamente la atención hacia el papel de las empresas en esta coyuntura.
Algunas de las grandes empresas españolas están atrapadas en unos proyectos cuyos resultados previsibles a medio plazo son totalmente negativos, al tiempo que algunos planes de salvamento pasan por la venta de activos en unos momentos en los que el mercado, o está saturado, o no reúne las condiciones adecuadas para invertir, lo cual plantea serias dudas sobre su efectividad.
Así las cosas, el Ibex 35 cedió en esta sesión el 3,53%, y el índice madrileño, el 3,16%, caídas muy inferiores a las registradas por otros mercados europeos. París bajó el 5,87%; Londres, el 4,75%, y Francfort perdía el 5,85% poco antes de concluir la sesión. En esos momentos, la Bolsa de Nueva York perdía el 1,68%, en medio de fuertes altibajos. La publicación del índice de gestores de compras de Chicago en septiembre, que mide la confianza empresarial, sufrió su primera caída en siete meses y pasó de 54,9 puntos a 48,1.
El Mercado Continuo negoció 1.501,15 millones de euros, casi lo mismo que el pasado viernes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de octubre de 2002