El Ayuntamiento de Rentería (Guipúzcoa) celebró ayer sin incidentes el pleno para condenar los últimos atentados de ETA que el alcalde, Miguel Buen, suspendió el pasado viernes cuando un grupo de radicales ocupó la Casa Consistorial. Los seis ediles de Batasuna, vestidos con camisetas contra el 'fascismo', abandonaron la sala en protesta por el despliegue de la Ertzaintza.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de octubre de 2002