El fútbol italiano tuvo dos caras ayer. La positiva, el triunfo de un oportunista Milan en el estadio Olímpico de Múnich, con dos goles de Pippo Inzaghi -que suma ya siete en los tres partidos jugados-, el segundo tras el del empate de Pizarro para el Bayern. El Juventus también se impuso con dos tantos de Del Piero y completó el buen momento de juego transalpino, pero la nota lamentable fue la tremenda conmoción cerebral del delantero Di Vaio, doblemente golpeada su cabeza contra el defensa O'Brien y contra el suelo. Los médicos no le diagnosticaron nada grave, pero pasó la noche en el hospital, por precaución.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de octubre de 2002