Como vecino de Los Bermejales asistí, el pasado día 23, a la asamblea informativa, que celebramos todos los lunes y jueves, manifestando nuestra oposición a la construcción de ese gran centro social que el alcalde se empeña en regalarnos, tratando de confundir y de seguir engañando con sus compromisos, no válidos, ante la ley que regula dichos centros.
Pues, ¡oh, sorpresa!, antes de comenzar la asamblea estábamos rodeados de policías por todas partes. ¡Sí, señores!, un gran despliegue policial, tanto nacional como local (dos furgones, más patrulleros locales, en coches y motos) ¿Para proteger a unos vecinos que se reúnen pacífica y cívicamente para tratar sus problemas?
Mientras, el resto de Sevilla estaría adoleciendo de esta presencia policial tan necesaria para intimidad a tanto delincuente como anda suelto. ¿Tiene esto explicación? ¿Maniobra política? Desde luego, inconcebible sí que es, cuando llevamos meses sin ver un solo agente en nuestro barrio. ¿A quién hay que agradecer tan desmesurado desvelo?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de octubre de 2002