La Consejería de Comercio sancionó en 1997 a El Corte Inglés por 'el incumplimiento de las normas relativas a registro, normalización o tipificación, etiquetaje, envasado y publicidad de bienes y servicios'. La empresa recurrió la sanción, pero el TSJ la confirma e insiste en que el etiquetado de pilas y baterías, entre otros productos, debe estar obligatoriamente en castellano y tener su propia garantía al margen de la que ofrezca el establecimiento. El fallo no precisa la cuantía de la sanción.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de octubre de 2002