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Crítica:MEMORIA DE LAS PALABRAS

Clásicos para (re)conocernos

Clásicos españoles. (De Garcilaso a los niños pícaros), de Fernando Lázaro Carreter, que editará Alianza en noviembre, es una esperada novedad de la que ofrecemos apartes de su prólogo. Este libro coincide con la aparición en Italia de unas reflexiones sobre los clásicos grecolatinos realizadas por Umberto Eco e intelectuales como Massimo Cacciari, Carlo Carena y Luciano Canfora.

Vivimos en tiempos de crisis de los paradigmas y las finalidades de la convivencia. Parece como si algo antiguo, seguro, estable, nos hubiese abandonado a un destino gobernado por leyes que nada tienen que ver con lo que conocíamos. Es una sensación de extrañamiento, de pérdida, de obcecación. Buscamos razones, y no encontramos sino preguntas y más preguntas. Buscamos soluciones, y sólo encontramos decisiones ajenas que nos maniobran como títeres. A eso, que algunos se obstinan en vendernos como libertad, nosotros podemos llamarlo el eclipse de los clásicos. No se trata, aquí y ahora, de establecer qué es un clásico: otros más grandes lo han hecho. Al contrario: dando por sentado que los clásicos -lo clásico- existen y nos identifican, se trata, aquí y ahora, de entender el por qué. Por qué han dejado, están dejando, de hablarnos, de acompañarnos, de provocarnos. Y, también, se trata de entender qué haremos sin ellos.

DI FRONTE AI CLASSICI. A COLLOQUIO CON I GRECI E I LATINI

Varios autores Ivano Dionigi Rizzoli (editor) BUR Saggi. Milán, 2002 302 páginas. 8 euros

La crisis de lo clásico está vinculada de forma inextricable a la de la tradición, y ésta a la crisis de la identidad. Nuestros jóvenes ya no nos entienden; y nosotros no los entendemos. La preservación de la cadena de las generaciones: ésta era la misión que la Historia había confiado a los hombres; hoy, cuando la cadena amenaza con romperse, la misión natural del hombre -según la había concebido la conciencia europea desde el principio de la Neuzeit, allá por el siglo XV- también amenaza con verse traicionada, a beneficio del mercado global gobernado por los dueños globales. Tiránico monstruo, tras el cual se esconden los dueños del vapor: cultural studies, deconstruccionismo, (falsas) diferencias...

Si esto es así -y lo es- es en la educación, y en primer lugar en la escuela, donde hay que buscar las soluciones y las respuestas, un camino viable para 'difundir una cultura que interese no sólo al intelectual, sino al hombre común' (Dionigi). La escuela es la piedra de: baste con pensar en la proliferación de 'reformas de la enseñanza' en los países europeos durante los años setenta y ochenta, todas más o menos influidas por las teorías pedagógicas y psico-sociales norteamericanas, envenenadas por un proyecto de sociedad profundamente ajeno al europeo. Y tampoco es de extrañar que sea en Italia donde las preguntas se perciben como más acuciantes, y las respuestas son más apasionadas. Porque Italia es cuna de tradición, y porque su escuela pública es uno de los pocos grandes logros de su clase dirigente histórica. Entonces, hoy, cuando otra clase dirigente, surgida de la nada y dirigida hacia la nada, se empeña en destruir y erradicar, surge la necesidad de responder y resistir.

Eso es lo que ha hecho un grupo de prestigiosos intelectuales -historiadores, filólogos, filósofos, poetas, escritores, por una vez felizmente juntos- en un espléndido volumen recién salido: al cuidado del latinista Ivano Dionigi, intelectuales de la talla de Massimo Cacciari, Carlo Carena, Luciano Canfora, Umberto Eco, Giuseppe Pontiggia o Marco Santagata, se ponen Di fronte ai classici, a la búsqueda -habla otra vez Dionigi- del paradigma de 'las identidades en sus múltiples formas de raíces, huellas, vestigios, teorías, metáforas'. Para que, como dijo Eliot y nos recuerda el texto, el mundo no se convierta en una 'propiedad exclusiva de los vivos, una propiedad de la que los muertos no poseen acciones'.

Universidad Autónoma de Barcelona.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de octubre de 2002