Vivimos en tiempos de crisis de los paradigmas y las finalidades de la convivencia. Parece como si algo antiguo, seguro, estable, nos hubiese abandonado a un destino gobernado por leyes que nada tienen que ver con lo que conocíamos. Es una sensación de extrañamiento, de pérdida, de obcecación. Buscamos razones, y no encontramos sino preguntas y más preguntas. Buscamos soluciones, y sólo encontramos decisiones ajenas que nos maniobran como títeres. A eso, que algunos se obstinan en vendernos como libertad, nosotros podemos llamarlo el eclipse de los clásicos. No se trata, aquí y ahora, de establecer qué es un clásico: otros más grandes lo han hecho. Al contrario: dando por sentado que los clásicos -lo clásico- existen y nos identifican, se trata, aquí y ahora, de entender el por qué. Por qué han dejado, están dejando, de hablarnos, de acompañarnos, de provocarnos. Y, también, se trata de entender qué haremos sin ellos.
DI FRONTE AI CLASSICI. A COLLOQUIO CON I GRECI E I LATINI
Varios autores Ivano Dionigi Rizzoli (editor) BUR Saggi. Milán, 2002 302 páginas. 8 euros
La crisis de lo clásico está vinculada de forma inextricable a la de la tradición, y ésta a la crisis de la identidad. Nuestros jóvenes ya no nos entienden; y nosotros no los entendemos. La preservación de la cadena de las generaciones: ésta era la misión que la Historia había confiado a los hombres; hoy, cuando la cadena amenaza con romperse, la misión natural del hombre -según la había concebido la conciencia europea desde el principio de la Neuzeit, allá por el siglo XV- también amenaza con verse traicionada, a beneficio del mercado global gobernado por los dueños globales. Tiránico monstruo, tras el cual se esconden los dueños del vapor: cultural studies, deconstruccionismo, (falsas) diferencias...
Si esto es así -y lo es- es en la educación, y en primer lugar en la escuela, donde hay que buscar las soluciones y las respuestas, un camino viable para 'difundir una cultura que interese no sólo al intelectual, sino al hombre común' (Dionigi). La escuela es la piedra de: baste con pensar en la proliferación de 'reformas de la enseñanza' en los países europeos durante los años setenta y ochenta, todas más o menos influidas por las teorías pedagógicas y psico-sociales norteamericanas, envenenadas por un proyecto de sociedad profundamente ajeno al europeo. Y tampoco es de extrañar que sea en Italia donde las preguntas se perciben como más acuciantes, y las respuestas son más apasionadas. Porque Italia es cuna de tradición, y porque su escuela pública es uno de los pocos grandes logros de su clase dirigente histórica. Entonces, hoy, cuando otra clase dirigente, surgida de la nada y dirigida hacia la nada, se empeña en destruir y erradicar, surge la necesidad de responder y resistir.
Eso es lo que ha hecho un grupo de prestigiosos intelectuales -historiadores, filólogos, filósofos, poetas, escritores, por una vez felizmente juntos- en un espléndido volumen recién salido: al cuidado del latinista Ivano Dionigi, intelectuales de la talla de Massimo Cacciari, Carlo Carena, Luciano Canfora, Umberto Eco, Giuseppe Pontiggia o Marco Santagata, se ponen Di fronte ai classici, a la búsqueda -habla otra vez Dionigi- del paradigma de 'las identidades en sus múltiples formas de raíces, huellas, vestigios, teorías, metáforas'. Para que, como dijo Eliot y nos recuerda el texto, el mundo no se convierta en una 'propiedad exclusiva de los vivos, una propiedad de la que los muertos no poseen acciones'.
Universidad Autónoma de Barcelona.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de octubre de 2002