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OPINIÓN DEL LECTOR

Plaza vacía

Soy discapacitado físico, situación que como ustedes comprenderán no me hace feliz. Sé que estamos en una sociedad bastante solidaria, aunque hay algunos individuos que rompen esta solidaridad. Hoy he conocido a uno de ellos. Tengo tarjeta de aparcamiento para discapacitados y existe una plaza de aparcamiento al lado de mi casa. Al llegar con mi coche, compruebo de lejos que la plaza está ocupada, pero que al lado se encuentra un policía local. Si el coche tiene tarjeta tendré que buscarme otro sitio y si no la tiene, el policía le impondrá la correspondiente multa. Al cabo de 10 minutos de estar pitando, aparece el dueño del coche, un Mercedes gris enorme, matricula V-HH, el cual me increpa por mi aparente falta de paciencia (llevaba más de 25 minutos aparcado) y continúa diciendo que él aparca donde quiere, sigue preguntándome cómo puede ser que no vaya en silla de ruedas (no hace falta para ser discapacitado), que las plazas las pagamos todos, etcétera.

Espero que si alguno de ustedes sabe quién es el susodicho individuo le hagan sacar los colores por su despotismo y su falta de solidaridad. Y por favor, recuerden, una plaza vacía no siempre es una plaza libre.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de octubre de 2002