Era una de las obras más esperadas, esta de Eva Yerbabuena. La bailaora, en ella, está sumergida en un estado de coma que la mantiene al margen de la realidad, pero su mente se hace presente y 'vive' y nos ofrece en baile 'un mundo irreal donde se hace realidad su historia de amor'. Un baile literalmente de luces y sombras, aunque Yerbabuena es bailaora de primerísimo rango.
Obra compleja, con un importante aparato escenográfico generoso en efectismos. Sinceramente, no todo nos gusta, pero el magnífico arte de Yerbabuena sale indemne de asechanzas en las que podía haber naufragado. Por tarantos, por siguiriyas, por soleares, dio la medida de la bailaora excepcional que ella es siempre.
LA VOZ DEL SILENCIO
Eva Yerbabuena (bailaora), Patrick de Bana (bailarín), Edu Lozano (bailaor), Paco Jarana y Salvador Gutiérrez (guitarras), Coronel (percusión), Vidaechea (saxo y flauta), Soto, Falcón y Pepe de Pura (cante). Teatro Central, Sevilla, 3 de octubre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de octubre de 2002