El ministro principal del Ulster, David Trimble, pidió ayer al Gobierno británico que tome de inmediato medidas para frenar al Ejército Republicano Irlandés (IRA). Trimble se mostró convencido de que el registro de las oficinas del Sinn Fein en el Parlamento autónomo tiene mucho que ver con "una operación de espionaje del IRA contra los niveles más altos del Gobierno".
En ese sentido, una fuente de los cuerpos de seguridad declaró a la agencia Reuters que el registro fue la culminación del trabajo policial de todo un año para desmantelar los servicios de espionaje del IRA.
"El desafío para John Reid (ministro británico para Irlanda del Norte) es que tiene la obligación de actuar, la responsabilidad de actuar; esperemos que actúe y le decimos que debe actuar", declaró Trimble en una conferencia de prensa. El líder protestante ha advertido de que pondrá fin al gobierno regional que preside si el IRA no se desintegra a mediados de enero próximo.
Trimble manifestó que el Sinn Fein, aliado político del IRA, ha incumplido los términos del acuerdo de paz para la provincia y emplazó al Gobierno de Londres a que tome las medidas que sean necesarias contra los republicanos en función de las pruebas que se hayan obtenido ayer.
Todas las partes, tanto en el campo unionista como en el republicano, parecen de acuerdo en que el registro y las detenciones de ayer representan un duro golpe para la estabilidad del Ejecutivo autónomo y para todo el frágil proceso de paz. El líder unionista Jeffrey Donaldson predijo que los sucesos de ayer serán "el último clavo del ataúd" para la coalición de católicos y protestantes que gobierna en Belfast.
La operación coloca en una difícil situación al Sinn Fein, contra el que se han lanzado acusaciones de incumplimiento de los acuerdos de paz. Aunque Sinn Fein ha asegurado tanto en Dublín y Londres como en Washington que el IRA no tiene intención de volver a la violencia, se ha relacionado a ese grupo con el robo de documentos confidenciales de la comisaría de alta seguridad de Castlereagh, en Belfast, en marzo pasado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de octubre de 2002