Estoy indignada. Escucho las noticias: Telefónica va a subir un 8% en el mes de enero de 2003, con el beneplácito del Gobierno, el coste de la línea telefónica.
No recuerdo, en mis 14 años como trabajadora con contrato laboral fijo y tengo 33, una subida de sueldo de esas características (¡qué locura!); claro, al mismo tiempo nos anuncian que bajarán un 2% el coste de las llamadas locales, así como las de fijo a móvil (¡qué ahorro!).
Problema: a día de hoy, a pesar de que los monopolios ya no existen, sólo puede darme línea la compañía Telefónica, mientras que las llamadas las puedo realizar por otras compañías operadoras, gracias a las cuales y a su competencia Telefónica bajará dichas llamadas.
Solución: ¿quitar el teléfono? En el siglo XXI ¿se considera el teléfono como un artículo de lujo?
¿O como siempre, vendernos que el IPC sube entre un 2,5% o 3% como media anual para que los millones de trabajadores no nos hagamos ilusiones con la subida salarial?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de octubre de 2002