La costumbre inglesa de que la letra con sangre entra ha chocado con la filosofía de las Naciones Unidas. El Comité de Derechos de los Niños de este organismo ha hecho público un informe en el que reprende al Gobierno británico de Tony Blair por permitir que los sopapos disciplinarios, aunque prohibidos en Escocia, sigan siendo legales en Inglaterra y Gales.
La ONU se queja de que Londres aún no aplique en su integridad la Convención sobre los Derechos de los Niños que firmó hace 11 años. El informe de Naciones Unidas publicado ayer lamenta profundamente que el Reino Unido mantenga este castigo pese a las recomendaciones hechas hace ya siete años.
El Gobierno laborista ratificó en noviembre pasado la legalidad de las 'azotainas razonables' porque la mayoría de las familias estaban de acuerdo con ellas y se oponían a su prohibición.
El Gobierno británico ha mostrado su desacuerdo con la recomendación del informe y asegura que trabaja con las familias para enseñarles diferentes formas de aplicar disciplina a los niños sin recurrir a estas prácticas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de octubre de 2002