El Ayuntamiento de Castril (Granada) creará la Fundación José Saramago con el fin de promover el estudio de su obra y, sobre todo, difundir los valores de solidaridad y de defensa de los derechos humanos que han convertido al Premio Nobel de Literatura en una referencia del compromiso humanitario. La fundación, cuyos estatutos están ultimados, contará con una sede en el corazón de Castril, un pueblo de poco más de 3.000 habitantes del norte de la provincia de Granada del que es natural la esposa del escritor, la periodista Pilar del Río. El Ayuntamiento ha encargado el proyecto al prestigioso arquitecto portugués Alvaro Siza, según anunció el alcalde del municipio, Juan Mar.
El alcalde explicó que el escritor portugués, que, como su mujer, cuenta con los títulos de hijo adoptivo y predilecto del pueblo, acogió con 'entusiasmo' la iniciativa, aunque en los encuentros que ha mantenido con él para perfilar el proyecto ha insistido en que no quiere que la fundación sea un 'mausoleo' dedicado a su vida, sino un centro 'vivo' y 'dinámico' que genere iniciativas. Mar subrayó que la Fundación José Saramago incidirá en la difusión de los valores éticos y humanitarios del escritor, que ya colabora activamente con el proyecto y que además de mostrar su disposición a ceder documentos de sus fondos personales, se ha comprometido a servir de 'puente' para acercar hasta la localidad a autores de diversas disciplinas de las artes de prestigio internacional.
El alcalde también elogió la disposición de Pilar del Río para impulsar el proyecto, que aspira a convertirse en una de las referencias mundiales en la figura del escritor portugués. Además del Ayuntamiento de Castril, formarán parte de la fundación como patronos la Junta, la Diputación y la Universidad de Granada. La fundación también contará con el apoyo de la Caja de Granada.
Entre otras actividades que impulsará la fundación, el alcalde citó congresos y cursos de verano -que organizará la Universidad de Granada- y exposiciones de artistas consagrados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de octubre de 2002