Un grupo de vecinos que ocupan casas del barrio marginal y peatonal de Sa Penya de Ibiza ha protestado contra el vallado fijo que impide el paso en determinadas calles. El Ayuntamiento de Ibiza, presidido por el PSOE, amparado en una sugerencia del Cuerpo Nacional de Policía, ha colocado tres rejas de la laberíntica y empinada trama urbana de la barriada por razones de seguridad y con la pretensión de facilitar la acción de los agentes en sus redadas de control. El plan de seguridad prevé duplicar el actual dispositivo hasta 30 policías.
La progresiva degradación social de Sa Penya y la tradicional ocupación de los ruinosos y abandonados edificios por parte de bandas dedicadas al narcotráfico, no han sido frenadas por la acción municipal y gubernativa. El vallado responde a una estrategia policial y municipal que pretende dificultar el acceso a zonas en peligro de desplomes y, además, acentuar el control de los transeúntes esporádicos.
Los vecinos afectados por el bloqueo lanzaron el jueves dos de las tres rejas metálicas al mar por las dificultades de circulación que tienen y por entender que están afectados psicológicamente los niños. El Ayuntamiento mantiene su postura y estudia reclamar daños a quienes destrozaron sus verjas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de octubre de 2002