En 1999, el Institut Joan Lluís Vives, que aglutina universidades del País Valenciano, Baleares y Cataluña, incorporó de forma simbólica la Universidad de Prístina a la red. Representaba, de forma explícita, una 'muestra de solidaridad y apoyo a la reconstrucción del sistema universitario en Kosovo', destruido por la guerra del Los Balcanes, 'inspirado por valores democráticos de la libertad de expresión, la práctica de la cultura de la tolerancia y el principio de autonomía universitaria'. El apoyo se concretó en un proyecto de cooperación académica estructurado en tres fases. La primera, que concluyó este mismo verano, y de la cual se acaba de presentar balance, consistía en la 'identificación de interlocutores e intereses, definición de las acciones e inicio de actividades'.
La inversión realizada en este proyecto por el Instituto, del que forman parte cuatro universidades valencianas (las de Valencia y Alicante, además de la Jaume I y la Politécnica), ha sido de más de 276.000 euros, según el informe presentado la pasada semana en Valencia por un equipo encabezado por Marisa Contri, secretaria general de la Universidad de Valencia y presidenta de la Comisión de Cooperación Internacional del Instituto, y por Stanislao Fonts, coordinador académico del proyecto. Este presupuesto ha ido destinado a acciones de mejora de la actividad universitaria, dotación de equipamientos y material, reciclaje del profesorado y movilidad de estudiantes, así como promoción del asociacionismo y sensibilización. Los ingresos proceden, entre otras fuentes, de donaciones diversas, de la Generalitat de Cataluña, la Asociación Europea de Universides, además de la propia actividad del Instituto y de las cuotas de afiliados y socios. La Universidad de Valencia, en particular, ha hecho una aportación singular de 60.000 euros para la primera fase y tiene previsto contribuir con una cantidad similar para la segunda, cuyo objetivo es 'consolidar y profundizar en las actividades iniciadas y difundir los resultados'. Entre las acciones previstas, se impulsará el sistema de información de la Biblioteca Nacional y Universitaria de Kosovo, dotar de aulas informáticas a las escuelas de maestros de Gjilan y Prizren, la traducción de la bibliografía universitaria básica a la lengua albanesa y el apoyo a los profesores kosovares para asistir a cursos y congresos. Cuando esta segunda fase concluya, en julio de 2004, se iniciará una etapa de 'desarrollo de las acciones por las universidades miembros' del Joan Lluís Vives, 'relaciones bilaterales e intercambios', entre otras acciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de octubre de 2002