Tiene pinta de profesor y una cabeza bien amueblada y, sin embargo, de su imaginación han salido filmes tan extraños y arriesgados como Videodrome, La mosca, Crash o eXistenZ. El cineasta canadiense David Cronenberg (Toronto, 1943) llevó ayer al Festival de Cine de Sitges su última criatura del celuloide, Spider, y recibió el premio La Máquina del Tiempo. Allí habló de su filme y del mundo del cine. De Hollywood aseguró que 'maleduca al público' ofreciéndole sólo productos comerciales.
El director lamentó que el cine que se hace en Hollywood sea cada vez 'más conservador', tanto en la forma como en el contenido, que para él no deja de ser la misma cosa. 'El medio es el mensaje', subrayó Cronenberg parafraseando al pensador Marshall McLuhan, canadiense como él. También se mostró radicalmente convencido de que los taquillazos de Hollywood acabarán menoscabando la libertad creativa. 'Muy pronto', auguró, 'los directores que no estén dentro de Hollywood tendrán muchos problemas, porque el espectador no entenderá el cine que se aparta de los cánones establecidos por esa industria'. 'En los años sesenta', continuó, 'había un público para las películas de Bergman, Fellini o Kurosawa, y, desgraciadamente, eso ahora no está sucediendo'.
Él, naturalmente, se incluye dentro de ese grupo de directores con futuros problemas. De hecho, ya los está teniendo para sacar adelante sus películas. Spider, por ejemplo, protagonizada por Ralph Fiennes -que está previsto que se estrene en España el día 25 de octubre-, casi no se hace, puesto que le costó encontrar financiación para ella. Al final, los actores, el director y los productores aceptaron no cobrar. 'Lo hicimos por amor al proyecto', aseguró Cronenberg. Y, si bien no renuncia a que sus cintas funcionen en la taquilla, él dice que optará en todo caso por 'la libertad artística'.
Spider -que significa Araña, el mote del protagonista-, basada en una novela de Patrick McGrath, narra cómo funcionan los mecanismo de la memoria de un esquizofrénico, aunque el director negó rotundamente que se trate de una película sobre esa enfermedad mental. 'Es un filme sobre la condición humana', resumió. Ralph Fiennes viajará el próximo domingo a Sitges. Se rumorea que el motivo de su visita será recoger el premio al mejor actor. Por lo visto hasta ahora, lo merece.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de octubre de 2002