Los perjuicios y la envidia son las 'virtudes' principales del racista; pero esta gente no solo tiene perjuicios sobre las personas de otra raza, sino que la extiende a vecinos, familia, compañeros de trabajo, desconocidos de su misma raza, a mujeres si son hombres, a hombres si son mujeres,... . Y no envidia solo al inmigrante que siendo mucho más austero en su consumo, consigue cosas materiales que el añora o tiene, como pueden ser un coche, un piso, un negocio, etc., sino que este pecado capital lo hace llegar a todas las personas de su entorno, desde el más cercano al más lejano.
Otras características del 'buen' racista son las bravuconadas y el exabruptos, pero no siempre es así, pero en lo que sí son en el 100%, es en lo muy injustos que son hablando cuando utilizan términos muy genéricos y terriblemente arbitrarios como 'todas/ todos son iguales', etc.
A muchos de ellos, lo que les pasa es que tienen complejo de su origen, ya sea por sus apellidos o por el lugar de nacimiento de sus padres o de ellos mismos, y su frustración la hace pagar con el más débil, el inmigrante pobre, jamás con el rico con el que puede salir beneficiado, por tanto unidas a todas las 'gracias' anteriores, esta la cobardía, ¡ que asco!
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de octubre de 2002