Cuando el domingo pasado en la Monumental Plaza México buscaba el triunfo, el novillero español Roberto Galán recibió una grave cornada en el muslo derecho que le desgarró la vena y la arteria femoral. Fue en su segundo novillo de la ganadería de Marrón cuando al darle una brionesa, lo prendió. Al caer el madrileño le brotó abundante sangre y él mismo, con tranquilidad, se hizo un torniquete antes de pasar a la enfermería. En su primero (aviso, aplausos) logró templar algunos pases. Así que salió a darlo todo con el segundo, un berrendo aplaudido en el arrastre, que le propinó la cogida en una tarde en la que también toreaban Rafael Rivera y Guillermo Martínez.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de octubre de 2002